Los principios fundamentales de la ESS: ¿cómo construyen un mundo más justo?

El cooperativismo ha surgido como un modelo económico y social alternativo que desafía las normas convencionales, priorizando la cooperación sobre la competencia y la equidad sobre el lucro individual. En esta introducción, exploraremos cómo los principios fundamentales del cooperativismo están contribuyendo a la construcción de un mundo más justo y equitativo. 

Desde su origen hasta su impacto en la actualidad, el cooperativismo ha demostrado ser una fuerza transformadora que promueve la participación colectiva, la solidaridad y el desarrollo sostenible. A lo largo de este artículo, examinaremos en detalle cómo estas características distintivas del cooperativismo están moldeando nuestra sociedad y sentando las bases para un futuro más inclusivo y próspero.

Qué es el cooperativismo y por qué es importante

El cooperativismo es mucho más que un modelo económico; es una filosofía de organización que busca equilibrar el bienestar económico con valores sociales y ambientales. En esta sección, examinaremos los orígenes y la definición del cooperativismo, así como su importancia en la economía y la sociedad contemporánea.

Orígenes y definición del cooperativismo

El cooperativismo tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando grupos de personas se unieron para superar desafíos económicos y sociales compartidos. Aunque las Hilanderas de Fenwick, fundadas en 1769 en Fenwick, Escocia, son consideradas como una de las primeras formas de cooperativas en la historia, el cooperativismo moderno se formalizó más tarde con la adopción de principios específicos. 

En su núcleo, el cooperativismo es una forma de organización donde los miembros se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales en igualdad de condiciones.

Importancia del cooperativismo en la economía y la sociedad

El cooperativismo desempeña un papel crucial en la construcción de una economía más justa y equitativa. A diferencia del modelo económico convencional, centrado en la maximización del lucro individual, el cooperativismo prioriza el bienestar colectivo y la distribución equitativa de beneficios. 

Esto no solo promueve la inclusión social al ofrecer oportunidades económicas a grupos marginados, sino que también contribuye al desarrollo sostenible al abordar desafíos ambientales y sociales. Las Hilanderas de Fenwick, junto con otros ejemplos históricos, representan antecedentes importantes en la evolución del cooperativismo, contribuyendo a su desarrollo y consolidación como una alternativa económica y social viable.

Principios fundamentales del cooperativismo

El cooperativismo se basa en un conjunto de principios que definen su identidad y lo diferencian de otros modelos económicos. Estos principios, establecidos por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), son la base sobre la que se construyen las prácticas y valores del movimiento cooperativo.

En esta sección, exploraremos dos de los siete principios fundamentales del cooperativismo:

1. Adhesión voluntaria y abierta:

Las cooperativas están abiertas a todas las personas que deseen utilizar sus servicios y asumir las responsabilidades de ser miembro, sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religiosa.

Ejemplo: La cooperativa de consumo La Osa en Madrid, España, no tiene requisitos de membresía excluyentes. Cualquier persona que viva en la zona de influencia de la cooperativa puede unirse y beneficiarse de sus productos y servicios.

2. Gestión democrática por parte de los asociados:

Las cooperativas son controladas por sus miembros, quienes participan activamente en la toma de decisiones y la gestión de la empresa. Los miembros tienen derecho a voto en las asambleas generales y pueden elegir a sus representantes en los órganos de gobierno.

Ejemplo: La cooperativa de vivienda Mondragón en el País Vasco, España, es un ejemplo de gestión democrática. Los miembros de la cooperativa participan en la toma de decisiones sobre la construcción, gestión y mantenimiento de las viviendas.

Estos dos principios son esenciales para el funcionamiento del cooperativismo y garantizan que las cooperativas sean empresas inclusivas, democráticas y centradas en las necesidades de sus miembros.

3. Participación económica de los socios:

Los miembros de las cooperativas participan en los beneficios económicos de la empresa en proporción a su participación en las actividades de la misma. Este principio se basa en la idea de que la riqueza generada por la cooperativa debe ser compartida entre quienes la han creado.

Ejemplo: La cooperativa agrícola Coprocam en Colombia reparte sus beneficios entre sus socios en función de la cantidad de producto que han aportado a la cooperativa.

4. Autonomía e independencia:

Las cooperativas son empresas independientes que no dependen de gobiernos o empresas privadas para su funcionamiento. Este principio es fundamental para garantizar la libertad de las cooperativas para tomar sus propias decisiones y perseguir sus objetivos.

Ejemplo: La cooperativa de crédito Coopealianza en Costa Rica es una empresa autónoma que no recibe financiación del gobierno.

5. Educación, formación e información:

Las cooperativas deben promover la educación y la formación de sus miembros en los principios y valores del cooperativismo. Este principio es esencial para asegurar la participación activa de los miembros en la vida de la cooperativa.

Ejemplo: La cooperativa de seguros Lagun Aro en el País Vasco, España, ofrece a sus socios cursos de formación sobre cooperativismo y gestión empresarial.

6. Cooperación entre cooperativas:

Las cooperativas deben colaborar entre sí para fortalecer el movimiento cooperativo en su conjunto. Este principio se basa en la idea de que la unión hace la fuerza.

Ejemplo: La Organización Internacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito (WOCCU) es una red global que facilita la colaboración entre cooperativas de crédito de todo el mundo.

7. Interés por la comunidad:

Las cooperativas deben contribuir al desarrollo social y económico de las comunidades donde operan. Este principio es fundamental para el compromiso de las cooperativas con la construcción de un mundo mejor.

Ejemplo: La cooperativa de energía Som Energia en Cataluña, España, destina una parte de sus beneficios a proyectos sociales y ambientales en la región.

En resumen, los siete principios del cooperativismo conforman una base sólida para el desarrollo de un modelo económico más justo, sostenible y solidario.

Impacto del cooperativismo en la justicia social y económica

El cooperativismo se presenta como una alternativa al modelo económico tradicional, con un enfoque en la justicia social y económica. A través de sus principios y prácticas, las cooperativas buscan construir un mundo más justo e inclusivo, donde las personas tengan un mayor control sobre su economía y sus comunidades.

Promoción de la equidad económica

Las cooperativas abogan por la distribución equitativa de la riqueza, desafiando la concentración de recursos en manos de unos pocos. Algunas de las formas en que el cooperativismo promueve la equidad económica son:

• Acceso a oportunidades económicas: Las cooperativas brindan oportunidades de trabajo e ingresos a personas que tradicionalmente han sido excluidas del mercado laboral, como mujeres, jóvenes y personas con discapacidad.
• Emprendimiento colectivo: Las cooperativas permiten a las personas trabajar juntas para iniciar y gestionar empresas, reduciendo las barreras de entrada y el riesgo individual.
• Distribución equitativa de beneficios: En las cooperativas, los beneficios se reparten entre los socios en función de su participación en la empresa, no en función de la inversión de capital.

Ejemplo: La cooperativa de trabajadores Mondragón en el País Vasco, España, es un ejemplo de cómo la distribución equitativa de beneficios ha contribuido a la reducción de la pobreza y la desigualdad en la región.

Fortalecimiento de las comunidades locales

Las cooperativas juegan un papel fundamental en el desarrollo y la cohesión social de las comunidades locales. Algunas de las formas en que el cooperativismo fortalece las comunidades son:

• Inversión en la comunidad: Las cooperativas reinvierten sus beneficios en la comunidad local, financiando proyectos sociales y ambientales.
• Creación de empleos locales: Las cooperativas generan empleos de calidad en las comunidades donde operan, impulsando el desarrollo económico local.
• Fomento de la participación ciudadana: Las cooperativas promueven la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones y la gestión de la comunidad.

Ejemplo: La cooperativa de vivienda Habitat en Uruguay ha contribuido a mejorar la calidad de vida en las comunidades donde opera, proporcionando viviendas accesibles y fomentando la participación de los residentes en la gestión del entorno urbano.

En resumen, el cooperativismo tiene un impacto positivo en la justicia social y económica, promoviendo la equidad económica, el desarrollo local y la participación ciudadana. Este modelo económico alternativo ofrece una visión esperanzadora para un futuro más justo e inclusivo para todos.

El cooperativismo representa un modelo económico y social que se basa en principios fundamentales de adhesión voluntaria, gestión democrática y equidad. A lo largo de este artículo, hemos explorado cómo estos principios se aplican en la práctica a través de ejemplos de cooperativas de consumo local y producción agrícola.

El cooperativismo desempeña un papel crucial en la construcción de un mundo más justo y equitativo al promover la inclusión social, la participación democrática y la distribución equitativa de beneficios y recursos. Al ofrecer una alternativa al modelo económico convencional centrado en el lucro individual, el cooperativismo fomenta la solidaridad y la colaboración entre sus miembros, creando comunidades más resilientes y sostenibles.

En última instancia, el cooperativismo no solo busca generar beneficios económicos, sino que también persigue un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Al comprometernos con sus principios y valores, podemos trabajar hacia la construcción de un mundo más inclusivo, solidario y próspero para todos.

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